“CUIDADOS PALIATIVOS FRENTE A LA EUTANASIA” PILAR CAMPOS EN LA PARROQUIA DE STA. CATALINA DE MAJADAHONDA.

Julia Bachiller

Este pasado jueves 20 de febrero (2025) en la Parroquia de Santa Catalina Mártir de Majadahonda se escuchó hablar de una realidad a la que muchos procuramos eludir, los cuidados paliativos frente a la práctica de la eutanasia.
De manera magistral Pilar Campos esclareció las dudas que a todos se nos pueden plantear ante esta difícil decisión del final de nuestra propia vida o de la de nuestros seres más queridos.

El acto fue presentado por el Padre Jaime Rodríguez, profesor de teología en de la Universidad Francisco de Vitoria, quien tras los agradecimientos a los asistentes así como a los sacerdotes, Paco y Pedro, por la organización del acto, del cual aseguró “Pilar, nos va a hablar sobre la experiencia, la teoría y la práctica. La teoría, lo que enseña la Iglesia sobre los cuidados paliativos, el fin de la vida, el acompañamiento a los enfermos, y la eutanasia, pero también su propia experiencia, porque es un trabajo y es también un apostolado”.

Llegado el turno de la conferenciante Pilar Campos, esta se dio a conocer a los asistentes tanto en su vida personal como profesional, madre de cinco hijos uno de los cuales la hará abuela próximamente y otro contraerá nupcias en breve, y que recientemente celebró sus 30 años de matrimonio. En lo profesional es enfermera, responsable de la Dirección Asistencial en el Hospital Centro de Cuidados Laguna, hospital de Cuidados Paliativos más grandes de Europa en número de camas, “tenemos 35 camas, concertadas por la Comunidad de Madrid”, y uno de los primeros en España, situado en la calle Concejal Francisco José Jiménez Martín 128, de Madrid en el barrio de Latina.

En relación con el trabajo que desempeña en el momento actual aseguró “Cuando te acercas a los cuidados paliativos, te enamoras”, a lo que añadió “Y más personas como yo que somos enfermeras de vocación “.

Seguidamente tomando como referencia el proceso del nacimiento al que calificó como “un proceso natural, precioso y maravilloso por el que hemos pasado todos” este desencadeno en una gran realidad “Solo hay una cosa cien por cien cierta que tenemos todas las personas que estamos hoy en este mundo, y es que nos vamos a morir”.

“La muerte no es una enfermedad, la muerte no hay que tratarla, no es como un cáncer que tiene un tratamiento, es un proceso” para continuar afirmando «los médicos han estudiado muchísimo, han estudiado seis años de carrera, y se les ha enseñado a curar, pero pocos saben cuidar”.

“¿Y qué hacemos en paliativos?”, la respuesta” Es cierto que a veces no podemos curar a la gente, pero podemos cuidar a todo el mundo, eso es de lo que se trata”. Cuidados cuyo objetivo es mitigar el sufrimiento cuando se llega al final de la vida, y que comienza con el “control de síntomas”, médicos, enfermeras, auxiliares, psicólogos, trabajadoras sociales, y nuestro gran apoyo el capellán, son los que intervienen en este tramo final de la vida de un paciente en cuidados paliativos.

La media de estancia en el hospital de paliativos aseguró “es de 11 días, desde que llegan hasta que fallecen. Pero hoy, están vivos y lo damos todo por ellos”.

En relación con la eutanasia, legalizada en España, y a la que llaman “La prestación de ayuda para morir”, el proceso administrativo para obtener la autorización es de 40 a 45 días, tras los cuales se elige el día y “el médico provoca la muerte, administrando una sustancia tóxica”.

Y no faltó una mención a la “sedación”, a la cual se refirió diciendo “La sedación es una prescripción médica. No lo decide el familiar, no lo decide el paciente, lo decide el médico o el equipo”, indicación médica que para hacerla bien “se hace individualizada”, ya que para cada persona es diferente. Con ella se pretende “bajar el nivel de conciencia del paciente para que en ese momento que está con ese sufrimiento, que no somos capaces de controlar, pues él no pase por eso, al final, en la última etapa de su vida”.

En resumen, “En la sedación paliativa utilizamos dosis mínimas, la necesaria para aliviar el sufrimiento y disminuir el nivel de conciencia de la persona. En la eutanasia utilizamos dosis tóxicas. La consecuencia en la sedación paliativa el paciente está vivo sin sufrimiento. En la eutanasia la consecuencia es que el paciente muere. La supervivencia en la sedación paliativa es horas-días y la supervivencia en la eutanasia es de minutos”.

Finalizada la ponencia llegó el turno de las preguntas de los asistentes, numerosas dudas fueron planteadas y recibieron respuesta, como la de nuestro párroco Juan Francisco Pérez Ruano “¿Por qué tienen tanto miedo los médicos a que lleguemos los curas?”, la respuesta clara y contundente “Porque se van a pensar que van a morir”.

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