
Julia Bachiller
El pasado domingo 6 de octubre (2024) la comunidad peruana de Majadahonda rindió homenaje y devoción al “Señor de los Milagros”.
Tras una Misa en su honor celebrada en la Parroquia de Santa María de Majadahonda, donde esta Hermandad tiene su sede, se procedió a partir en procesión por la Avenida de España portando tan venerada imagen, para finalizar, a continuación, con una comida de hermandad en la que se degustaron los platos típicos peruanos.


La Hermandad del Señor de los Milagros de Majadahonda se creó en 1992, el acto fue apadrinado por la entonces concejal de Cultura, Ana Fernández Mallo (PP), y el cónsul de Perú en España Ricardo Oré, asumiendo su presidencia Víctor Castro, loable labor en estos más de 30 años al frente de esta hermandad, cargo del cual ese mismo domingo se despedía.
Entre los asistentes destacar, además de los numerosos devotos, la representación consular de Perú en España, así como miembros de la directiva de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Remedios y Virgen de la Soledad de Majadahonda.


Esta procesión del “Cristo Moreno”, también conocido como “Cristo de Pachacamilla”, difiere poco con las que habitualmente presenciamos en el municipio. En su organización destaca por estar precedida por el estandarte cofrade entre las banderas de España y Perú, tras los cuales aparece la “sahumadora”, mujer que va delante de los pasos dando humo aromático a las imágenes.
Seguidamente, el paso portado por hombres y mujeres, todos ellos ataviados con un hábito morado, que es el emblema de devoción y fe que ha perdurado por más de tres siglos en la cultura peruana. “Además, el detente, una pequeña imagen del Señor de los Milagros que se coloca sobre el corazón, acompaña este atuendo, reforzando el vínculo íntimo entre el portador y la figura venerada de Cristo”.


El origen de esta devoción data del “13 de noviembre de 1655, cuando un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao haciendo caer muchos edificios y causando miles de muertos. Todas las paredes de la Cofradía de los angoleños se cayeron, pero el muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente, lo que fue considerado un verdadero milagro. Cada año aumentó la fe al que llamaron Señor de los Milagros y hoy en día su procesión por las calles de lima en el mes de octubre congrega a millones de personas de diferentes partes del mundo”.



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