Julia Bachiller / Julia Marugán

Como era de esperar el «Viernes 13» y la superstición que conlleva como fatídico día tuvo que manifestarse durante el Pregón de las fiestas de Majadahonda. Por suerte todo quedará en una anécdota, ya que no hay que lamentar daños personales.

El suceso tuvo lugar tras detonar la traca final cargada de confeti después del chupinazo, desconocemos quién tuvo la genial idea de situarla en esta ocasión sobre el tejado del Ayuntamiento, más en concreto en el ala derecha del edificio. Los papelillos que lanza, esos que ponen todo perdido y perduran durante meses, se mezclaron con el humo de la detonación, y en un primer momento asfixiaron a las personas que nos encontrábamos debajo, para seguidamente acumularse en el canalón del tejado y comenzar a arder.  

El estallido de papelinas de colores se entremezcló con el griterío de festejo del momento, mientras unos alzaban sus manos como gesto de alegría, otros alzaban además del brazo un dedo para indicar dónde estaba el fuego. Uno de ellos el concejal de Mas Madrid- IU, David Pérez, que intentaba llamar la atención del concejal de Festejos, con gestos y con su voz para que se percatase de lo que estaba ocurriendo.

Como improvisados bomberos miembros de la Policía Local por las ventanas sofocaron el incendio, finalmente fue el Jefe de la Policía, Ismael Illán, quien provisto de un extintor apagó las últimas llamas, seguidamente otro mando con un cubo de agua se aseguró de extinguir por completo el incendio.

Todo finalizó como un curioso suceso, con el cual los que estábamos en la zona nos llevamos un bonito recuerdo, un intenso olor a pólvora en la ropa matizado con cenizas y papelillos de colores, así contado parece la descripción de un plato de alta cocina, tan alto como el lugar donde situaron la traca.