UN MUNICIPIO SIN ATRACTIVO CULTURAL

«El Flâneur de Majadahonda»

Que un municipio, que una ciudad como Majadahonda, cuente con una sola biblioteca pública es un síntoma revelador del bajo interés de sus gobernantes por facilitar el acceso a la cultura de los majariegos, que lleva al Flâneur a pensar si no saben o desconocen que el interés por la cultura se desarrolla y crece conforme aumenta la oferta de medios puestos al servicio de la ciudadanía. Una sola biblioteca para cerca de setenta y cinco mil vecinos es claramente insuficiente, y más en un municipio que se expande de manera tan dispersa. 

El Flâneur observa también la falta de una verdadera promoción cultural en el municipio, por la ausencia de información atractiva y directa al ciudadano sobre las actividades que desarrolla, para lo que hay que remitirse a la web municipal y la revista mensual —de la que ya hablaré otro día—, para darse cuenta de la escasa variedad de la oferta, limitada a los cursos y talleres clásicos (danza, cerámica, pintura, fotografía o escritura) cuyas plazas resultan insuficientes y difícilmente accesibles para el ciudadano medio que debe de abonar 25,83 € de matrícula, y pagar un coste mensual de 26,49 o 39,73€ por dos o tres horas semanales de danza, 39,18 por dos horas de taller infantil, 52,97 por dos de taller de cerámica que sube a 65,12€ si son tres horas, o los 41,69€ por dos horas de fotografía digital o los 26,39€ del taller de escritura. 

Precios que solo están al alcance de una minoría de vecinos y que casan mal con un municipio que se jacta de tener superávit y ser uno de los más ricos de España. Será quizá, reflexiona el Flâneur, que de lo que se trata es ofrecer lo mínimo para justificar la existencia de pacato interés por promocionar el conocimiento o, quizá, es el desinterés de Equipo de Gobierno por no desarrollar un plan cultural accesible para todos bajando los precios o incluso haciendo gratuitos los talleres que no requieren de materiales. 

Sorprende al Flâneur, la falta de promoción de los vecinos que desarrollan actividades artísticas o culturales o de canales para la participación en el diseño del cartel de las fiestas patronales y del programa, abriendo la posibilidad a los vecinos de que manifiesten sus propuestas. O, en fin, trayendo actuaciones musicales y representaciones teatrales de mayor nivel, que atraigan al público y abrillanten la vida cultural de Majadahonda, que hoy por hoy y desde hace tiempo, es plana y boquea. ¿Por qué no se apoya a los vecinos y entidades que con esfuerzo mantienen el cine del Zoco?

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