Carmen Perujo: Escultora sevillana que reconoce “Andalucía es mi tierra, Sevilla mi ciudad y Majadahonda mi pueblo”. Sus esculturas embellecen el parque de Colon y la Casa de la Cultura, además son entregadas como reconocimiento a destacadas personalidades. Las palomas de Carmen son claro reflejo de su personalidad, ambas destacan por su sencillez y elegancia, que con el paso de los años perduran sin alterarse.

Antonia Espejo: una de las principales voces del Coro de Santa Catalina, a su colaboración con la Parroquia en diferentes ámbitos hay que añadirle su aportación como voluntaria a la Asociación contra el Cáncer de Majadahonda. Tareas que compagina con la atención a su familia, y orgullosa del hecho de ser abuela. Con su envidiable carácter afable siempre te recibe con una sonrisa en el rostro y dispuesta a mantener una conversación.

María Calderón: en su momento empresaria majariega, al frente de una tienda de telas de gran calidad situada en la Plaza del Cura. Hija de Don Vicente Calderón y esposa del afamado jugador del Atlético de Madrid, Adelardo, pero sin lugar a duda su papel como madre y abuela son merecedores del mayor trofeo. Trabajadora incansable, de carácter abierto, y que por su sencillez pasa desapercibida allí donde va. Las duras situaciones a las que la vida la ha hecho enfrentarse no han repercutido en el cariño que demuestra cuando estás junto a ella, toda una Señora.

Estela Maeso: Doctora en Historia Moderna por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Cantabria. Poseedora de un extenso currículo lleno de logros conseguidos con esfuerzo y perseverancia.  Al que debería añadirse esas dotes de “Pepito Grillo” que en ocasiones necesitamos para afrontar difíciles situaciones, transmitiéndote serenidad, haciéndote recapacitar, e incluso darte esa palmadita en la espalda para continuar un día más. Comprometida con Majadahonda a nivel político y social.

Azucena Fraile: De ingeniero de teleco a coach, hasta llegar a mentora de negocios para emprendedores y PYMES, y cofundadora de “Crescendo Impulsa Brand Club”. En su paso por Majadahonda nos enseñó a como vencer el miedo a hablar en público, así como con 7 pasos puedes reinventarte y emprender con éxito tu negocio. Inquieta e innovadora su finalidad no es otra que la de trasmitir sus conocimientos, para motivar e impulsar el éxito de pequeñas y grandes empresas. O lo que sería similar, conseguir el éxito y compartirlo.

Stella Amat: más de 40 años como empresaria en Majadahonda, dirigiendo un salón de Alta Peluquería, en el cual ha querido difundir sus conocimientos creando una Escuela, se ha convertido en todo un referente en Majadahonda. Incansable luchadora, siempre innovando con el fin de traer a esta ciudad las nuevas tendencias de cabello para actualizar la imagen de muchas majariegas. Persona entrañable, exigente en su negocio, todo debe estar perfecto para que el cliente se encuentre cómodo y satisfecho. “Que bien luce una rubia en un descapotable rojo” frase que me impactó y que siempre recordaré el día que la conocí.

Fuencis: basta con pronunciar su nombre para que todos los que la conocen la relacionen con su peluquería. Seguramente uno de los negocios que han perdurado con el paso del tiempo, siendo una casita baja en sus inicios, centro de reunión de numerosas majariegas que aprovechaban, lo que antes se llamaba “ponerse guapa”, para comentar la actualidad del municipio, que no habrán oído esas paredes. A día de hoy “ALBE” es un moderno salón de estilismo, en el que Fuencis ha conseguido incrementar y mantener su clientela, un mérito conseguido con esfuerzo y constancia.

Amparo Córdoba: Sacristana de la Parroquia de Santa Catalina Mártir.  Propietaria de una desaparecida tienda de “Chuches” en la Gran Vía de Majadahonda, con la que endulzó la vida de pequeños y grandes. Mujer a la que esta vida la despojó de seres tan queridos como su marido y sus padres, se refugió en la iglesia donde a día de hoy encuentra el consuelo para mitigar, a ratos, tan grandes pérdidas. Un corazón herido al cual le queda fuerzas para ofrecer cariño y consuelo a los que lo necesitan.

Maira y Mónica (Horno Santa Mónica): el paso del tiempo a muchos no nos hace olvidar a estas dos hermanas, que tanto en lo profesional como en lo personal, fueron y son un referente en Majadahonda. Las largas colas ante su establecimiento de panadería y repostería eran sinónimo de calidad, en su interior además de adquirir suculentos productos, siempre había un comentario o se entablaba una pequeña conversación con los clientes, algo que estos agradecían, ya que habitualmente estaba relacionada con su situación personal. Afrontaron Filomena y la Pandemia siempre pensando en su clientela, la mayoría de ellos ya transformados en amigos. A día de hoy son un recuerdo imborrable para muchos majariegos, mujeres valientes y luchadoras.