Julia Bachiller

Desacreditar a alguien, ya sea individual o colectivamente e incluso a Instituciones, de palabra o por escrito, haciendo público algo contra su buena opinión y fama, es decir contra su honor, es una de esas cuestiones que hoy están muy de moda por ciertas personas o sectores sociales que al no saber construir intentan destruir para que no se les vea ni se note su mediocridad. La realidad es que no lo consiguen pues aquello de “difama que algo queda» intentando conseguir beneficios espurios tienen las “patas muy cortas» y quienes lo intentan se retratan como lo que son “verdaderos incompetentes e indocumentados sociales rozando el terrorismo informativo». Es decir pobres mediocres intelectuales.

En estos días hemos podido observar leyendo ¡sorpresivamente! Como desde algunas instancias o medios de comunicación que se precian de objetividad y transparencia, aunque más bien son todo lo contrario, como se tergiversa la información buscando no se sabe que intereses ocultos, aunque nos los imaginamos pues mezclar medios de comunicación para conseguir fines Políticos es siempre un signo de poca credibilidad y honestidad intelectual. Pues bien, decía que estos días hemos podido leer como se intenta desacreditar el esfuerzo solidario realizado por Majariegos y Roceños con motivo del apoyo incondicional a las personas que han sufrido la terrible DANA en España, argumentando que se suspendía la ayuda a Valencia y dando a entender que lo recogido está bloqueado y que se tiene apilado en dependencias municipales.

No me extrañaría nada que quien ha aglutinado y condensado irracionalmente esta información, los haya hecho a base de corta y pega, procedente de comentarios sin contrastar de redes sociales seleccionando, exclusivamente, aquellas frases que incitan a la polémica y no teniendo en cuenta el contexto en que se realizan. Ya conocemos como funcionan estos enemigos de la información clara, transparente y objetiva.

La realidad es que desde que el pasado 31 de octubre el Futbol Sala Rayo Majadahonda anunció la recogida realizada el día 1 de noviembre destinada a la Comunidad Valenciana, la respuesta de Majadahonda desbordó las expectativas. Paralelamente el Ayuntamiento de Majadahonda atendiendo la petición de la Federación de Municipios de Madrid optó por hacer uso de las instalaciones de la Policía Local, lugar donde la solidaridad de los majariegos y voluntarios de nuevo volvió a sorprender a todos. Un día después, el sábado 2 de noviembre, los camiones comenzaron a llevar esta ayuda al lugar indicado en Alcalá de Henares. Los días posteriores se actuó de similar manera, cientos de voluntarios y funcionaros, asumen el esfuerzo de la carga y descarga de estas numerosas mercancías. Los vehículos para su transporte, furgones y camiones del Ayuntamiento, y la inestimable colaboración de ”Mudanzas Agustín” y “Los Gemelos” empresa de mudanzas con sede en Villanueva de la Cañada, propiedad de dos conocidos majariegos. Como apuntan las noticias estos Centros de recogida y distribución, a día de hoy, se encuentran saturados gracias a la generosidad de los ciudadanos.

Por tanto, intentar desacreditar a los consistorios y ciudadanos su esfuerzo y generosidad sin conocer, colaborar, o incluso ni ser testigo presencial de la gran labor que en conjunto han y están realizando, vecinos, funcionarios, asociaciones y ediles, es un gesto un tanto ruin y aborrecible motivado, sin duda, por el populismo y oportunismo político que quiere engrandecer gracias el esfuerzo de otros porque ellos son incapaces, por sí mismos, de hacer algo constructivo y que solo saben jugar a dos bandas, la comunicación y la política, haciendo de esto su práctica habitual, indigna rozando lo miserable, para conseguir su objetivo aunque este solo sea “llegar a ser político» o “mantenerse como político a costa de la poca honestidad intelectual construyendo una realidad paralela» Ahora está de moda. La sociedad y los ciudadanos no se merecen más que respeto y objetividad informativa. Y no visiones parciales e interpretadas intentando desconcertar a la opinión pública sobre la solidaridad de los vecinos, poniendo en duda el esfuerzo de recogida y reparto en estos momentos tan sensibles debido a la intensidad de informaciones y noticias que se suceden ante tan terrible suceso es un hecho innecesario.

Los afectados necesitan la ayuda de todos y en ningún caso que se les utilice políticamente. Es momento de ayudar. No de ofender.