
Julia Bachiller
En un ambiente bastante caldeado ocasionado por la ausencia de “poner a disposición del público de manera completa, oportuna y permanente, la información sobre todas las actuaciones de la administración” como así se define la trasparencia, acudieron los vecinos del Mercadillo y comerciantes a la reunión informativa propuesta por el Ayuntamiento, para informar dos días después de su comienzo, de las obras ya iniciadas y acometidas en la calle Santa Catalina, donde trasladarán 10 de los puestos, así como otros 6 a la plazoleta de la calle La Luna.
Reunión, lamentablemente, desorganizada sin orden ni concierto, a falta de criterios claros de organización por parte de quien la convocó y además sin megafonía. En este caso el Ayuntamiento de quien se echó en falta la asistencia de los «primeros espadas», como ha ocurrido en otras ocasiones con este y otros temas de calado como este que nos ocupa.
La tensión del momento, se vivió literalmente, primero porque los vecinos asistentes estaban perplejos y enojados, por convocarles a una reunión para intentar que les expliquen «un plan ocultado por el Ayuntamiento» que les afecta directamente cuando la decisión de llevarlo a cabo esta tomada y las obras han comenzado 2 días antes. En segundo lugar, obviando la sensibilidad de unos vecinos que llevan 40 años sufriendo las incomodidades de suciedad, ruidos y la ausencia de un lugar donde aparcar la noche previa hasta la tarde posterior en que tienen acceso una vez realizados los trabajos de limpieza de dicho lugar.

Esta situación hizo acelerar, precipitadamente, las explicaciones de los representantes del consistorio allí presentes, Ana Camins (PP) Concejal de Comercio y Empleo, Antonio Rodríguez (PP) Concejal de Seguridad y Movilidad, Ramón Losada (PP) Concejal de Proximidad, y José Manuel Cotano(PP).
A continuación comenzaron las intervenciones de los aproximadamente treinta vecinos allí presentes.
La concejal Ana Camins(PP) asumió en representación del gobierno municipal y haciendo las veces de portavoz del mismo el aluvión de quejas y propuestas planteadas por los vecinos. Las cuales comenzaron planteando “¿Por qué esta reunión se efectúa aquí y no en el Ayuntamiento? Así pensaban limitar la asistencia de los vecinos y afectados.”, comentaban los vecinos. A lo que la concejal Camins respondió “Lamento que les haya ocasionado un perjuicio venir hasta aquí”.
En relación a las obras ya comenzadas añadió “es una obra que estaba ya prevista por los servicios técnicos del Ayuntamiento. Obra de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas para dar continuidad al resto de la calle Santa Catalina. En relación a la nueva ubicación de los puestos del Mercadillo este traslado se realiza “Con vistas a mejorar la seguridad y la movilidad dentro del entorno del Mercadillo, y cumplir con la normativa de distancias y espacios de las filas de los puestos, vamos a sacar una fila de puestos de la zona de abajo del Mercadillo a la calle Santa Catalina, espalda con espalda con los puestos que ya hay dentro del recinto. Y otros seis puestos a la glorieta de la Luna”, por motivos de seguridad y garantizar la seguridad de los viandantes, llegando a asegurar “La Ordenanza se va a cumplir, vamos a estar coordinados Policía, Limpieza, Obras y la concejalía de Comercio”. Finalizada su exposición fue el concejal de Movilidad quien mostró el plano de las delimitaciones y cambios de direcciones de las calles para los días de funcionamiento del Mercadillo.

«A nosotros, los vecinos, se nos impone y a los comerciantes se les propone…..”
Llegado el turno de los vecinos hubo comercios como “Toldos Leo”, local comercial situado en el número 15 de la calle Santa Catalina, para los que una zona de carga y descarga es indispensable para realizar su trabajo, y la peatonalización de este tramo de calle pone en riesgo el desarrollo del mismo en los días de mercadillo. Se llegó a plantear “No faltan sitios, a lo mejor nos sobran puestos o que los puestos sean más pequeños”, otros preguntaron “con tanta peatonalización ¿Dónde voy a aparcar?”. Y hay quien incluso de manera trabajada y detallada planteó su duda ante la existencia de un “Plan de Autoprotección”, los cuales se realizan con el objeto de prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencias. Los residentes de la calle Erillas también manifestaron su malestar por las furgonetas que aparcan sobre la cera para descargar sus mercancías.
Hay quienes aseguraron “Los vecinos somos socios involuntarios, estamos pagando por ese mercadillo que no queremos que se desarrolle así”. Y recordaron a los concejales allí presentes como asumen las consecuencias de las talanqueras que se instalan durante las fiestas Patronales.
La falta de respetar los horarios de montaje y desmontaje y las máquinas de limpieza, ambos artífices del indeseado ruido son el detonante de que muchos coincidieran al manifestar “Estamos al borde del ataque de nervios porque no dormimos, no descansamos”.

A medida que el paso del tiempo amainó la ira de los vecinos, en las casi 2 horas exponiendo sus reclamaciones, llegó a escucharse “No estamos en contra del Mercadillo” , bajo una petición unánime “Que se solucione contando con nosotros, que no se haga a nuestras espaldas”, a lo que se añadió “Piensen la manera de no poner los puestos ahí , bastante hemos pasado”.
«Ni mis compañeros ni yo queremos que se traslade a esta calle»
Llegado el momento una vendedora del Mercadillo presente en la reunión manifestó “Ni mis compañeros ni yo queremos que se traslade a esta calle, no penséis en ningún momento que el colectivo de vendedores no ha valorado todo esto que vosotros estáis exponiendo aquí. No represento a nadie, he venido porque soy una afectada, quería saber qué es lo que querían los vecinos”. En su intervención realizó dos propuestas: retranquear los puestos para mantener la distancia de seguridad, y sacar las furgonetas del interior del mercadillo, un total de 30 vehículos.
Desvelado por esta vendedora que el Ayuntamiento ha mantenido reuniones previas con los vendedores ambulantes antes que con los vecinos, propició la siguiente manifestación “A nosotros se nos impone y a los comerciantes se les propone”.

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