
Julia Bachiller / Julia Marugán / Mari Ángeles Toledano
Majadahonda amaneció con un lluvioso y frio Viernes Santo, día en el que se conmemora la Crucifixión y Muerte de Jesús de Nazaret, y en el que estaba programado el regreso a su ermita del Santísimo Cristo de los Remedios en compañía de su madre la Virgen de la Soledad a las 19:30 horas desde la Parroquia de Santa Catalina Mártir. A la hora indicada desde el Cielo llegó una bendición y una penitencia, dejó de llover pero se mantuvo el frio.

En el interior y exterior del templo muchos aguardaban con la duda de su realización ante las gotas de lluvia que no cesaban minutos antes del comienzo. Apoyado sobre el altar mayor el Cristo de los Remedios contemplaba como numerosos fieles inmortalizaban su presencia, y en silencio le hacían llegar sus ruegos y oraciones, actitud motivada por su presencia en esta “casa” a la cual acude tan solo en dos ocasiones al año, Semana Santa y Fiestas Patronales.
Llegado el momento de su traslado los anderos sobre sus hombros le situaron en su trono frente a la Virgen de la Soledad que aguardaba para acompañarlo, la que nunca abandonó a su Hijo y se mantuvo a los pies de la cruz, como recordó el Párroco Juan Francisco Pérez Ruano a los que como bien dijo “ponen toda su fuerza y amor en este servicio, que no se queda solo en lo que hoy lleváis encima sino que además nos tiene que ayudar a vivir todos los días”, los anderos, anderas, y capataces de Jesús el Pobre de Madrid, con los que rezó un Padre Nuestro e impartió su bendición antes de partir.




Superado el enorme esfuerzo que realizan los anderos hasta llegar al exterior, fuera les aguardaban los aplausos de una gran multitud de asistentes en reconocimiento a su labor, una lluvia de pétalos como gesto de agasajar su partida a tan veneradas imágenes, y el acompañamiento inestimable de la Agrupación Musical La Columna de Alcalá de Henares de Madrid, que con sus marchas procesionales amenizaron y aportaron un gran atractivo a la procesión durante su largo recorrido.





Como inestimable es la colaboración de los capataces y miembros de la Hermandad de Jesús “El Pobre” y Dulce Nombre, procedentes de Madrid, que con sus indicaciones y palabras de aliento a los anderos y anderas son una de las piezas claves para el desarrollo de la procesión. En cada levantá el capataz Carlos Blanco motiva a los anderos con emotivas dedicatorias, siempre basadas en ruegos y peticiones para el bien común. Destacables fueron la dedicada a la Alcaldesa de Majadahonda, Lola Moreno (PP), antes de que esta procediera a accionar la llamada al paso en compañía de la concejal Marina Arines (PP), Nuria Wilde(PP) y el Jefe de la Policía Local de Majadahonda, advirtiendo ”esta levantá la va a hacer nuestra Alcaldesa, Lola, que fiel a su compromiso con nuestro Cristo está a sus pies, siguiéndole en su deambular camino de nuestra ermita”, a lo que añadió “Que Él que es el que nos cuida , que nos vela día a día, la proteja para que el pueblo de Majadahonda sea siempre el fiel devoto de nuestro Cristo, y crezca y aumente hasta el Cielo. Que el Señor la proteja”. Y una última levantá para nuestro párroco ,” Director espiritual, nuestro hermano y nuestro amigo, Paco, que su Cristo de los Remedios le proteja y le cuide para que siga dándonos ese cariño y ese amor que solo él sabe dar”. El punto y final de este emotivo día lo protagonizó la despedida entre Madre e Hijo, tras ser introducido en su “casa” y procederse al cierre de las puertas, la Virgen de la Soledad retornó a su habitual morada en la Parroquia de Santa Catalina. Este Domingo de Pascua a las 11:30 horas durante la procesión del Encuentro volverá a reunirse con su hijo, el Divino Niño (Resucitado), tras ese encuentro y despojarse del luto, se procederá a la tradicional Quema del Judas, acto con el que se simboliza el resurgir de un hombre nuevo.













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